"¿Todos Somos Uno?"
No existe algo más difícil que mirar a la cara de frente. Difícil como dar un paso y fácil como para seguir sin hacer nada para detener el status quo. Es bastante más fácil encontrar instancias que nos separan; no sólo instancias, sino que pensamientos, ideas e intereses que se confrontan con la del otro y que, por una razón - o si se quiere no razón -muy particular de nuestros tiempos, no somos capaces de superar: individualismo. No es el interés del presente artículo ir a desarrollar una investigación en las causas y/o efectos en lo social, en lo institucional, sea lo que sea, sino que ir al nosotros.
Qué podemos decir, porqué callarnos. Hoy estamos inmersos dentro de un gran sistema que más allá de oprimirnos o no, nos separa el uno del otro. Hoy realmente podemos cuestionarnos la idea de "Todos Somos Uno" y darle un apellido, que frente a la actual situación de participación y más allá, incluso al nivel del vinculo social, puede darnos señales o signos de los tiempos: "Todos Somos UNO: distinto del otro". Lo que enmarca aquello, es un miedo a la diversidad, a la diferencia del otro que puede cambiarme, ya que toda relación social o vínculo humano produce cambio. Nuevamente resuena y con fuerza: status quo.
Muchos son los miedos al vínculo con los demás. El miedo me separa del otro y no deja pie al nosotros, al motor de la transformación. No hay que ir muy lejos para dar cuenta de ello, sólo es necesario ir por un barrio de cualquier estrato socioeconómico y dar cuenta del enclaustramiento de las familias frente al otro. Miedo, también presente al establecer una relación y poner en tensión mi pensamiento, mi concepción del mundo frente a otro.
Sería bueno, en parte, hacer presente la película Wall-E. ¿Por qué? Es impresionante notar cómo la acción de UNO puede ser tan revolucionaria. Un pequeño robot, da un giro a toda aquella sociedad, sólo por el hecho de ir tras su robótico amor. La idea del fusil y la metralla opacan la noción de revolución, entendida como una acción que puede darse en un hombre en relación con el otro y que produce un cambio, y la instala en las grandes estructuras sociales olvidando que son los mismos seres humanos, nosotros quienes la hacen posible. ¡Wall-E es un revolucionario! ¡Hoy en día, la revolución se encuentra en la relación con el otro!
Pero sin duda un cambio de perspectiva, un llamado de atención a la conciencia o teniendo en cuenta la época de exámenes, un examen de conciencia para dar cuenta de lo que juntos, podemos hacer. Qué peso pueden tener hoy organizaciones juveniles o de estudiantes universitarios, o de cualquier índole, si no hay participación, y participación crítica, que no es el sólo hecho de ser activo sino que ir más allá de la palabra y unirla a los hechos, al compromiso.
Sino tomamos en nuestras manos, y el uno con el otro, abiertos a la diferencia, a la diversidad para generar los cambios que tanto esperamos ¿De quien podemos esperar? Sólo con el otro es posible Crear y Crear es Poder.
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